Desde donde hoy estoy parada, he levantado la vista y he visto que hay un puente muy blanco y deslumbrante, que quizá tiene algunas cuarteaduras en el andar y es posible me lastime un poco los pies, aun así se ve en perfectas condiciones, no muy alto pero mejor al camino que he decidido tomar. Si alguna vez han estado en un lodazal estilo pantano quizá se puedan imaginar donde me encuentro actualmente, de esos donde todo se queda pegado, donde metes el pie y es probable que dejes el zapato por lo pegajoso que está. Bueno, ese es mi camino. No obstante, he de admitir que tuve muchas oportunidades de ir por aquel hermoso camino blanco y he elegido este, el cual no me ha sido suficiente, además me he caído y otras me he arrodillado, no mucho, sólo lo suficiente para estar muy sucia, pero no tanto que mis alas estén embarradas, esas alas que nunca llegué a utilizar, que desperdicio, hoy día han quedado inútiles, no pueden volar con toda la suciedad en la que estoy atascada y tengo que cargar. Existen solo pedazos de mí los que se pueden apreciar limpios y aunque mis alas son por lo mucho inútiles, he visto que hoy me sirven para crear sombra y refugio, ya no para mí, ya estoy tan sucia que solo puedo quedarme aquí e intentar recuperar fuerzas para avanzar algún paso más en su momento, al parecer estoy atorada. Pero no me siento desgraciada, tampoco sin esperanza, hay un retoño que por obra de algún milagro llegó a mí cuando iba a dejar que el lodo me absorbiera. Ahora mis fuerzas se enfocan en no dejarme caer, en no dejarme engullir, y esas inútiles alas ahora son para crear sombra y refugio, para mantener esa existencia limpia.
Mis ojos no pueden dejar de ver esa brillante luz, me da alegría, miedo, añoranza, plenitud y congoja, miles de sentimientos que creía ya olvidados. Quiero tener la fuerza necesaria para poderla cargar hasta que tenga la fuerza de llegar al siguiente nivel, de sostenerla para que suba allá donde yo no quise ir, no creí poder llegar, quiero que esta nueva existencia lo sepa, lo dé por sentado y quiera subir incluso mucho más de lo que yo me negué. ¿Podré?, ¿Seré tan torpe que la ensuciaré antes de que pueda ella decidir?, ¿me querrá un poco?
Todo mi mundo se ha visto reducido a este pedacito de existencia, que para mí es todo, hace que donde esté parada sea para poderme sostener y empujarla hasta donde quiera y ya no me veo tan fea, tan acabada, tan atrofiada.
Comentarios