Ha pasado ya medio año aproximadamente desde que renuncie a mi trabajo, al grupo de teatro y me cambie de casa y de ciudad.
Siento que el año que pasé, fue uno con su cimas y simas. Sucedieron muchas, demasiadas cosas, terminando con estar viviendo en un lugar completamente distinto.
El que antes me haya mudado de casa, era algo extraño, pero no creo que me haya molestado realmente, aunque estoy segura de que debí de haberme quejado en alguna ocasión, por que el tamaño de la casa se reducía con cada mudanza. Hoy en día, debo decir que aunque sea una casa aún más chica que la anterior, no me molestaría si pudiera seguir en mi ciudad, mi trabajo, mi grupo de teatro, mis amigos.
Y se que hoy ya no tiene sentido pensar en todo ello, y que me estoy aferrando a algo que ya no está ahí. Que la gente sigue su camino, su vida y si alguien entra o sale, puede que sacuda la vida de esa persona un poco, pero no la saca completamente de balance, porque pase lo que pase, sigues adelante, sigas vivo, muerto, a su lado o en una parte completamente nueva del país, u otro país. Dejas de ser indispensable, porque todos somos sustituibles. Alguien más toma ese puesto, o se queda vacío, o simplemente queda. El único mundo que ha sido detenido hasta el momento es solamente el propio, pensando en un inicio que cada que me vieran armarían un alboroto, se pausaría todo y por un momento sería como antes.
No tengo ya nada a que regresar, así como no tengo nada que sostener, que ver, ni llegar. Son ocasiones en las que sabes que dolerá, pero el tiempo lo cura todo. Pero si no dejas limpia la herida y la dejas cicatrizar, entonces se infectará. Creo que eso me sucede, estoy infectada, estancada.
Habré pisado el fondo ya? Si es así, entonces porque no puedo comenzar a subir de regreso? A que le tengo miedo? A mi misma supongo, no se me ocurre nada más.
Dije que tiene medio año desde que llegue a vivir aquí, a la costa, cerca del mar. Pero no se que tanto de verdad tenga eso, creo que no he pasado ni la mitad del tiempo en la ciudad, he estado viajando, visitando, regresando, a ver a través del cristal mi vida pasada, ver como estuvo todo desde que me fui, y fue impresionante, devastador, el ver que todo sigue igual, nada ha cambiado realmente, solo yo.
Debería de sentirme libre, pero estoy mas presa que nunca, porque yo soy la carcelera, yo sola me encerre e insisti en aventar la llave muy lejos, encerrandome en una jaula y sentándome en la esquina más profunda, donde nada ni nadie pudiera alcanzarme.
En ocasiones me canso de la gente, de mi alrededor, de todo. Apreciando cada vez más la soledad, el hecho de no hablarrle a nadie me tranquiliza y a la vez me llena de ansiedad el despegarme completamente, y quiero que alguien me recuerde, que me hable, me diga que me quiere, que realmente no he sido totalmente olvidada. Aunque sea mentira.
Cada vez me estoy apagando un poco más, cada poco dejo de vivir para comenzar a sobrevivir. Y presiento que no comenzó hace medio año.
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